El Regreso de los Pantalones Rojos II Parte

La semana pasada y ya entrada la noche en la barra de un bar, junto a mi tabaco y un johnny Walter, dos hielos y agua mineral, sumido en una escritura, se acerco una conocida y pregunto, te gusta escribir¡¡¡ si le comente y me recordo un texto que escribí tiempo atrás, bastante malo, pero redactado con pasión de un adolescente, me comento, la de “los pantalones rojos”, si.

Era la segunda vez que en esa semana me lo mencionaban, primero me contaron que regresaba por unos días.

Me hice el loco, cosa que no me cuesta mucho, luego le di una vuelta al tema y no digo que me sea indiferente, pero nuevamente no y como reza el dicho “las segundas partes nunca son buenas” aunque en este caso nunca hubo una primera.


Después de la carta

Después de escribir la "carta" me arrepentí, no era el momento, era enredada, confusa y mal escrita. Solo pretendía decirle lo que había ocurrido desde que la conocí y hasta que se fue, hoy ya con la cabeza más despejada y el corazón mas entero, le puedo decir que estoy mas tranquilo, aunque algún recuerdo queda. Cambie el Martini por el vodka y sigo igual de bohemio (es para justificar lo curado, suena mas lindo), debo confesar que mis anteriores reflexiones, completamente alambicadas y enredadas eran solo para decirle, que aunque no me lo propuse la quise y no entendí pese a que fue clarito "era solo sexo y nada mas" pero bueno me tenia que tocar alguna vez y bueno paso, esto es sin llorar y sin nostalgias, creo. Por lo menos puedo decir que conocí una gran mujer como pocas, inteligente y progresista y buena para la ......cocina, mal pensados. Pese a que no es consuelo también lo pase bien.


“todo lo que termina, termina mal, si no, no terminaría”