domingo, 26 de abril de 2009








La vida tiene tantas vueltas que la frase cliché “la realidad supera la ficción”, parece ser atinada en muchos sentidos de nuestras existencias y practica hasta perder la capacidad de asombro.



La realidad tal como la percibimos, va cambiando de acuerdo a los años y nuestras experiencias.


Entre los 20 y los 30 años, definimos lo que van ha ser nuestros aciertos y errores a futuro.


Por cierto, todos ellos (aciertos y errores) son actos voluntarios y espontáneos, los mas lúdicos, lo dejo a la imaginación ya que ando en mis días cartuchos así que la palabra calentura, sexo o hacer el amor la voy a dejar de lado, pero esa razón existe y es la causa de muchos hechos de los cuales nos arrepentimos- asimismo, el alcohol, ya dije que ando sensible así que por eso no digo por culpa del maldito copete.


Sin embargo, los ejemplos anteriores no eximen de responsabilidad, al igual que el despecho.


No podemos decir:


no sabía,
no quise hacerlo,
me engañaron,
pero no me dijo,
que culpa tengo yo,
etc., etc., etc.


Somos todos adultos (+18).


Solo queda el irremediable “la embarre y la culpa es solo mía” como ya dije no voy a decir la cage por que ando caballerito.


Bueno la frase anterior, por cierto, recurrente en mi vocabulario, dada mi tendencia a cometer errores (soy tan inocente -ya sabes, no voy a decir wueon) lo cual, es un sano ejercicio ya que andar echándole culpa a otros (a) por nuestros propios errores es una polutudez, tal vez a algunos les sirva, lo cual no va conmigo.

Los perfectos no existen salvo, en sus imaginaciones, hay que dejar la soberbia de lado aunque sea de a poco.

Esperar algo del otro es un error, uno tiene lo que busco-buscar explicaciones, esta demás, como reza el dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver.


Olvida lo que puedas olvidar y lo otro ya se ira pasando, los dolores se van atenuando, al final aprendes a convivir con ellos y cada vez se siente menos.


PD te dejo estos dos temas que me los dedicaban para justificar su infidelidad, en realidad no se para que te los dejo, pero me gusta escudriñar en mis heridas y meteterles el


lo que no, nos mata, nos va haciendo más débiles, cuídate de no cometer muchos mas